Meteorología. Capa de la atmósfera terrestre conteniendo ozono, situada a unos 25 km de altura en promedio, pues en primavera aumenta y en otoño disminuye. Su cuantía varía con la altura, presentando dos máximos a 15 y 25 km y un mínimo a los 20. Se forma por la acción de los rayos ultravioleta del Sol sobre la molécula biatómica del oxígeno, cuyos atómos se reagrupan formando la molécula triatómica del ozono. Su efecto es impedir que un exceso de rayos ultravioleta (los mismos que la producen) lleguen al suelo y priven la vida órganica por esterilización. En el año 1982 el científico japonés Sigeru Chubachi descubrió, durante sus investigaciones en una base antártica, una importante disminución en el volumen de ozono atmosférico. A partir de entonces el problema del "agujero de ozono" se ha convertido en una de las más graves preocupaciones medioambientales Los gases que se encuentran en conexión directa con el empobrecimiento de este escudo protector se conocen como clorofluorocarbonos (CFCs) y han sido frecuentemente utilizados como expelentes en los aerosoles o sprays, para la obtención de frío en la industria frigorífica y en la fabricación de envases y aislamientos de plástico. Sometidos a las radiaciones ultravioleta en las capas intermedias de la atmósfera, los enlaces que mantienen unidas las moléculas de los CFCs se rompen y liberan los átomos de cloro, reduciendo las moléculas de ozono a oxígeno. Un solo átomo de cloro es capaz de destruir miles de moléculas de ozono. La capa de ozono también se ve amenazada por el efecto de otros compuestos clorados sintéticos, por las emisiones de óxidos de nitrógeno procedentes de la combustión de carburantes o de la nitrificación y desnitriflcación de abonos nitrogenados, etc.